Hoy, cuando me he levantado por la mañana me ha dado por recordar, he recordado el olor salado del mar y el sonido de las rocas al romper contra los acantilados, siento que este no es mi sitio, que vivo atrapada entre edificios altos y luces, echo de menos la sensación de estar en el agua tiritando, con los labios y los dedos morados por falta de riego, probablemente sufriendo una hipotermia, y no salir del agua por que sé de alguna manera que es donde debería estar.Aquí, en Madrid me siento enferma, sin el olor a salado y sin la textura de la arena bajo mis pies.
Cuando la gente piensa en la playa piensa en la típica pareja paseando por la orilla del mar y dándose besitos.
Para mi es diferente, yo me acuerdo de la sensación de libertad, la familia, el hogar, y aunque fuera dos semanas cada año, me sentía más en casa que nunca.
lunes, 28 de enero de 2013
Yo quiero ser feliz, y volar.
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